Nuestra Historia


 

Dicha cofradía tiene su germen hacia el siglo XV, cuando sabemos que ya hay cultos a Ntra. Sra. de la Soledad en una de las capillas del ya desaparecido Convento de Observantes Menores de San Francisco, fundado allá por el año 1487, y ubicado en lo que hoy es la Plaza del Periodista Antonio Andújar. Hablamos de un centro de gran actividad hasta la Guerra de la Independencia, cuando los religiosos tuvieron que abandonar el Convento. Pero es en la Desamortización de Mendizábal cuando este queda clausurado. Gran parte de su patrimonio, especialmente escultórico se diseminó entre el Convento de la Encarnación y la Parroquia de San Juan Bautista, actual Catedral.

El Convento franciscano albergaba entre sus muros diversas capillas e imágenes, entre las que encontrábamos la Capilla de la Soledad, Jesús Nazareno y el Santo Entierro, que ya venía mencionada en el testamento de D. Pablo Carrasco de Oca, fechado en 1695, donde este dice, “declaro tengo ofrecido a Ntra. Sra. De la Soledad y a Jesús Nazareno una capilla en el convento del Señor San Francisco de esta villa es mi voluntad que con la mayor brevedad se haga a mis expensas”. Asimismo, en otro documento fechado en 1701 en el libro de Visita y disposición, se hablan de las capillas de Ntra. Sra. De la Soledad, Jesús Nazareno y Santo Sepulcro. Dicha capilla estaría situado a la entrada al templo, a mano derecha junto a la torre.

La advocación de Ntra. Sra. De la Soledad es una de las más antiguas de nuestra ciudad, junto a nuestra patrona la Virgen de los Llanos. En este convento, según nos hace saber el historiador D. Vicente Carrión, existían varios Cabildos, siendo uno de estos el de la Soledad, fundado el 15 de junio de 1578 (varios documentos históricos nos indican que la fundación de la Cofradía de la Soledad data del año 1578. Nos lleva a afirmar que esta Cofradía se trata de la más antigua conocida hasta la fecha en la ciudad, lo cual se demuestra en un extracto sacado del “libro becerro” donde aparecen estos cabildos, señalando entre ellos el “cabildo de la Soledad”) que tenía por obligación, entre otras muchas, realizar una misa rezada por el ánima de Juan García de Córdoba, los lunes, martes y miércoles de Semana Santa, Este es considerado, hoy día, el primer cofrade del que se tiene constancia en la Semana Santa de Albacete, ostentando un cargo de especial relevancia dentro de la Cofradía de la Soledad, siendo mayordomo o patrón.

El primer dato conservado de la primitiva talla de la Soledad es del 14 de marzo de 1592, en el testamento de Dña. Ana Muñiz, así como otros testamentos más. Clausurado el Convento de los Observantes Menores, Ntra. Sra. De la Soledad es trasladada al Convento de la Encarnación, lugar donde se conservó hasta su destrucción en 1936, estando desde 1893 junto al régimen de la Congregación del Santísimo Cristo de la Agonía. El día 19 de noviembre de 1896, fueron firmados los Estatutos de la Cofradía por los Cofrades fundadores, y el día 24 de noviembre fueron aprobados por las autoridades eclesiásticas. Esta cofradía comienza en sus inicios a asumir una función funeraria, prestando a sus hermanos cofrades los últimos servicios de esta vida, dotándoles de un entierro digno. Por otro lado, personajes ilustres de la sociedad albaceteña pasaron por la presidencia de la congregación, uno de ellos D. José Olivas Martínez (párroco), el cual dio un nuevo impulso a la Cofradía, llegando a contar con más de dos mil asociados.

La Guerra Civil supuso un profundo y doloroso paréntesis para dicha congregación. Tras la contienda, el panorama cofrade se reorganiza. La mayoría de las Cofradías reponen sus imágenes, encargando esta empresa al escultor valenciano D. José Díes López. En 1940 y gracias al empeño de D. José Olivas, se encargó la imagen del Cristo de la Agonía, y fue la primera Cofradía que desfiló con túnica (negra, sin capa y capuz negro igualmente). Ese mismo año desfilaría por primera vez Ntra. Sra. De la Soledad, obra de José Díes, donada a la Cofradía por el Procurador D. Francisco Sánchez Collado.

La Cofradía del Cristo de la Agonía y Ntra. Sra. De la Soledad se estableció en Justinianas. Si bien, el Cristo de la Agonía pasó a venerarse en la Parroquia de San Juan. Asimismo, funcionaba paralelamente una Asociación Religiosa, compuesta por mujeres, que se encargaban de vestir a la Soledad, cuidado y limpieza de la Capilla del Cristo de la Agonía, preparación de la novena, presidencia de mesa en San Juan, participación en los desfiles procesionales de riguroso luto, etc. La Presidencia de estas Camareras recayó en Dña. Margarita Gómez- Rengel y Rodríguez de Vera que, así mismo, desempeñaba el cargo de Camarera de la Santísima Virgen de los Llanos.

En el año 1952, se produce un triste hecho: la separación del Cristo de la Agonía y Nuestra Señora de la Soledad. En este momento, D. Ángel Salazar, presidente de la Cofradía, permite la separación. En 1948 la Cofradía de la Soledad tenía aprobados sus estatutos por la Autoridad Eclesiástica. Con los años acaba instalando su sede canónica en la Parroquia del Pilar, y siendo presidente de ésta D. Adalberto Valcárcel, alcanza su mayor esplendor y popularidad desde su refundación. Por esto, se decide encargar una nueva imagen para adaptarse al panorama cofrade de esa época; un "Ecce Homo", obra realizada por el escultor Valenciano D. Vicente Gomís, hacia el año 1952.

Hacia la década de los 90, esta cofradía decide realizar un nuevo paso de misterio, el "Lavatorio de Pilatos", con el fin de acoplar a este misterio el Ecce Homo de Gomís, y años más tarde se decide cubrir el vacío de esa advocación tan querida en esta cofradía, encargando un nuevo Ecce Homo de tamaño natural, y esbelto, al escultor D. Luis Salmerón en el año 1996, desfilando ese mismo año a hombros de 24 costaleras.

La última incorporación a la imaginería de esta cofradía es la imagen del Santísimo Cristo de la Expiración, que en el año 2001 es donada por los párrocos D. José Olivas y D. Francisco Olivas. Ese mismo año comienza a procesionar por las calles de Albacete. Desde entonces hasta la actualidad, esta cofradía ha seguido evolucionando y adaptándose a los tiempos que corren, con numerosos cambios y ampliación de su patrimonio artístico. Con la adaptación de la cofradía a los nuevos tiempos también lo hace su banda, una de las más prolíficas tradicionalmente, y que trabajando duro consiguen desde el año 2015 cambiar su estilo de corte militar a corte de policía armada.

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