Cristo de la Expiración


La talla del Cristo de la Expiración,  se trata de un crucificado que comienza a procesionar hacia el año 2001, el cual pertenece a la Parroquia del Pilar, y que fue en este mismo año cedido por sus párrocos a la cofradía con el fin de procesionar. Es una talla de final de la primera mitad del siglo XX, aunque su autoría aún se desconoce. Fue donado por una familia a dicha parroquia. Es una talla realizada enteramente en madera estucada y policromada al óleo. Su factura es sencilla, presentando un estudio de su anatomía poco marcado, de rasgos afilados y geométricos, presenta un rostro hierático, donde se aprecia una gran introspección, un rictus inerte. Cabe destacar como se aprecia en este caso, y como en muchas imágenes cristíferas, la característica hinchazón del abdomen propia de las victimas de este tipo de muertes. Iconológicamente, es una talla que en su rostro presenta un gesto contenido. El autor plasma ese momento en el que Jesús expira; es un cuerpo inerte, vacío de vida, que conserva un rostro que atisba un gesto de descanso y resignación.


Fotografía: Víctor Martínez Vázquez

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